A juzgar por los discursos imperantes en la sociedad, la vida
del ser humano tiene como único sentido y fin la absoluta felicidad. En un
mundo que tiene como imposición ser felices, un cumpleaños representa el punto
máximo del estado de felicidad. Tomando como eje esta premisa, el espectáculo
de Sutottos mantiene su humor característico para indagar sobre este imperativo
de felicidad, sus causas y consecuencias.
En esta comedia existencial, dos hermanos mellizos que viven
en casa de su madre van a celebrar su 40 cumpleaños. Mientras esperan a los
invitados, podemos ver sus continuos intentos y sucesivos fracasos por lograr
ser felices. Germán está comenzando un vínculo con Alejandra, una mujer
idéntica a su madre que le propone formar una familia poniendo en crisis toda
su existencia. Por su parte, Pablo no quiere crecer, no acepta verse convertido
en un adulto, quiere independizarse pero aún no se siente preparado.